Por definición, una cubierta para suelo no necesariamente proporciona una solución inmediata a todas las necesidades de cobertura. Técnicamente hablando, las cubiertas de tierra incluyen hierba de césped, grava, pajote y una amplia variedad de plantas. Cualquiera de estas soluciones es mejor que la maleza, pero satisfacen diferentes necesidades.
Una cubierta para suelos ideal para un jardín debe tener por lo menos las siguientes características:
– Debe ser fácil de mantener y no requerir reemplazo o reposición frecuente
– Debe reducir o eliminar el crecimiento de malezas
– Debe mantener el suelo en su lugar, en todas las estaciones
– No debe obstaculizar el crecimiento de las plantas deseadas
– Debe verse bien
Al elegir una cubierta de suelo viva, considere también las siguientes características:
– Debe ser lo suficientemente resistente como para soportar los extremos climáticos
– Debe crecer lo suficientemente rápido como para cubrir donde se desee
– No debe “asumir el control” donde no se desea
Sin importar cuán atractiva pareciera ser, ningún tipo de cubierta satisface todas las necesidades, Así que echemos un vistazo a las ventajas y desventajas de algunas soluciones.
Césped
No se ría. Puede ahorrarle muchos dolores de cabeza. Si elige un césped adecuado para su clima, encontrará que puede mantenerle fácilmente con herramientas que ya posee. Se propaga con facilidad y reduce el crecimiento de malezas.
Grava o pajote
Considere la posibilidad de unir estos dos componentes en una sola categoría, pues tienen varias similitudes. Por ejemplo, ambos requieren traslado y colocación y ambos hacen el mejor trabajo de reducir las malas hierbas cuando se instalan sobre un buen manto de jardinería. A diferencia de las cubiertas vivas, que requieren de nutrición y de tiempo para crecer, la grava o se ve muy bien y es funcional desde el día de su colocación.
Tanto la grava como el acolchado requieren un mantenimiento o reabastecimiento eventual, ya que se decoloran o penetran en el suelo. La grava suele ser más costosa que el mismo volumen de pajote y no se descompone por completo, por lo que debería restringirse su uso a aquellos lugares en los que se espera mantener la grava en el futuro previsible
Sin embargo, ni la grava ni el acolchado o mantillo son cubiertas para suelos que evitarán el crecimiento de las malas hierbas indefinidamente, incluso combinado su uso con un revestimiento o manto. Tarde o temprano, el viento y la lluvia descargarán suficiente suciedad sobre el manto para darle a las semillas de maleza un lugar donde brotar.
Por otro lado, la maleza que crecen sobre mantillo es generalmente más fáciles de arrancar. En general, el uso combinado de grava y el mantillo son de mantenimiento extremadamente bajo, fáciles de instalar y en muy poco tiempo.
Conclusión.
No existen reglas rígidas y rápidas para tomar decisiones en cuanto a la cobertura de suelos. Simplemente no espere que todo lo que intentas resolver salga bien. Tómese su tiempo, pruebe las diferentes opciones, un poco cada vez, para ver qué funciona para usted. Evite los atajos y experimentos rápidos, sobre los que se arrepentirá más tarde. Por sobre todo, recuerde que usted quien finalmente debe quedar satisfecho con la manera en las cosas funcionen.
Un deseo: ¡La mejor de las suertes!